“…Fue en ese marco que se conformó en Brasil el llamado "mundo del crimen": una identidad, una moralidad y un universo simbólico propio de aquellos que participan de actividades delictivas (Feltran, 2007a(Feltran, , 2008Machado da Silva, 2008a, 2008bMattos, 2016;Misse, 2010). Es decir, la referencia al crimen dejó de significar, simplemente, un acto ilegal para pasar a denotar un modo moralizado de concepción del (y acción en el) mundo, es decir, un régimen normativo (Feltran, 2014;Beraldo, 2022aBeraldo, , 2022bBeraldo et al, 2022) que define lo que es y lo que deja de ser cierto (Marques, 2016), y que, por lo tanto, viene a actuar de forma paralela (y en competencia) a la propia normatividad estatal.…”