Politics and Emotions 2011
DOI: 10.1007/978-3-531-93201-9_2
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The Political Mind and Its Other

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“…La incisión que el componente emocional tiene en la política comienza por romper con la tradicional dicotomía razón/emoción, apostando al mismo tiempo no por un dualismo excluyente, sino por una «simbiosis explicativa», en la que razón y emoción son elementos complementarios que no antagónicos (Máiz, 2010(Máiz, , 2011 que enriquecen y facilitan la explicación política. Esta apuesta será la que guíe un importantísimo número de trabajos científicos, bien de marcado carácter teórico-normativo (Bodei, 2003;Solomon, 1993;Damasio, 1994Damasio, , 2003Elster 1999aElster , 1999bNussbaum 1994Nussbaum , 2001Nussbaum , 2013, bien de carácter empírico (Ciuk et al, 2015;Neuman et al, 2007;Marcus et al 2000Marcus et al , 2005Marcus et al , 2006Marcus et al , 2017Watson, 1997;Watson y Tellegen, 1999;Bradley y Lang, 1994;Marcus y Mckuen, 1995;Russell, 1980;Abelson et al, 1982), que comparten una única meta, reivindicar el papel de las emociones como un elemento explicativo central, así como una cuestión fundamental que durante mucho tiempo impidió o al menos sirvió de excusa para retrasar su estudio, la capacidad de medir las emociones, y en consecuencia, de comprenderlas.…”
Section: Introductionunclassified
“…La incisión que el componente emocional tiene en la política comienza por romper con la tradicional dicotomía razón/emoción, apostando al mismo tiempo no por un dualismo excluyente, sino por una «simbiosis explicativa», en la que razón y emoción son elementos complementarios que no antagónicos (Máiz, 2010(Máiz, , 2011 que enriquecen y facilitan la explicación política. Esta apuesta será la que guíe un importantísimo número de trabajos científicos, bien de marcado carácter teórico-normativo (Bodei, 2003;Solomon, 1993;Damasio, 1994Damasio, , 2003Elster 1999aElster , 1999bNussbaum 1994Nussbaum , 2001Nussbaum , 2013, bien de carácter empírico (Ciuk et al, 2015;Neuman et al, 2007;Marcus et al 2000Marcus et al , 2005Marcus et al , 2006Marcus et al , 2017Watson, 1997;Watson y Tellegen, 1999;Bradley y Lang, 1994;Marcus y Mckuen, 1995;Russell, 1980;Abelson et al, 1982), que comparten una única meta, reivindicar el papel de las emociones como un elemento explicativo central, así como una cuestión fundamental que durante mucho tiempo impidió o al menos sirvió de excusa para retrasar su estudio, la capacidad de medir las emociones, y en consecuencia, de comprenderlas.…”
Section: Introductionunclassified
“…La citada división entre razón y emoción responde a la tradición política de raíz ilustrada que, al separar ambas, crea un código binario que, entre otros, establece la dicotomía entre objetivo/subjetivo; estabilidad/inestabilidad; público/privado; orden/desorden. 6 Consideramos que este código binario puede resultar un tanto rígido a la hora de analizar los procesos políticos del pasado, y entendemos que tanto razón como emoción no solamente no son categorías opuestas, sino que ambas se complementan y tejen la experiencia humana. Por ello, planteamos concebir las acciones terroristas de ETA tanto motivadas por una emoción, principalmente el odio, como por una deliberación racional del significado de su acción y su efectividad para conseguir los objetivos políticos perseguidos.…”
unclassified
“…El principio de comunidad resulta clave, sin embargo, por algo más que no elabora teóricamente Cohen: por su aportación de precondiciones actitudinales y motivacionales En efecto, la hipótesis de la escasez -en el horizonte de una crisis ecológica que nos obliga a revisar la hipótesis de la abundanciaacentúa la centralidad del mecanismo comunitario de fraternidad (Cohen, 1995: 9) como alternativo al instrumentalismo del do ut des del mercado (Máiz, 2011b). Pues, no habiendo de todo para todos, los diseños institucionales, la coherencia entre las políticas públicas predistributivas y redistributivas y los correspondientes soportes actitudinales pasan a primer plano (Ovejero, 2005: 81, 101).…”
unclassified
“…El corolario de todo lo anterior es doble: 1) el necesario abandono de una reductiva concepción de la vida social basada de modo exclusivo en el interés, y 2) la definitiva superación de un estrecho racionalismo, para adoptar una más amplia perspectiva que incorpore emociones capitales para la igualdad como la empatía (Máiz, 2010). Lo cual resulta muy relevante para la teoría política de la igualdad, pues si no se abandonan los presupuestos epistemológicos del «individualismo metodológico» y teórico-políticos del « individualismo competitivo», que abocan de modo ineluctable a una perspectiva robinsoniana, toda visión estructural y sistémica se verá hipotecada de antemano.…”
unclassified