Neoliberalism is a normative system that endeavors to universalize competition and the generation of inequality as fundamental behavioral norms, not only encompassing corporate entities but extending to the whole society. The tenets of this system came under strain amid the coronavirus pandemic which, on one hand, has accentuated its more assertive traits, and on the other, compelled certain strategic concessions primarily in response to pressures coming from society. An assessment of a representative array of economic, political, and health care measures implemented by the neoliberal administration of Jair Bolsonaro during the critical period of 2020–2021, corresponding to the most acute phase of the pandemic, indicates that these measures were underpinned by a regrettable, misguided, and detrimental notion positing a dichotomy between economic prosperity and public health preservation. They were based on the idea that life is not a right for everyone, only for the strongest, and that individual freedom should prevail over the collective interest. The outcomes of this orientation, in aggregate, manifested themselves as a deleterious combination of high unemployment, declining wages, liquidity and solvency problems in businesses, and, most significant, a substantial loss of human lives. El neoliberalismo es un sistema normativo que busca universalizar la competencia y la generación de desigualdad como normas fundamentales de comportamiento, abarcando no solo a las entidades corporativas sino extendiéndose a toda la sociedad. Los principios de este sistema se vieron sometidos a presión por la pandemia del coronavirus, la cual, por un lado, acentuó sus rasgos más asertivos y, por otro, obligó a que se hicieran ciertas concesiones estratégicas, principalmente en respuesta a presiones provenientes de parte de la sociedad. Una evaluación de una serie representativa de medidas económicas, políticas y de atención médica implementadas por la administración neoliberal de Jair Bolsonaro durante el período crítico de 2020-2021 (correspondiente a la fase más aguda de la pandemia) indica que estas medidas estaban respaldadas por una noción lamentable, equivocada y perjudicial que postula una dicotomía entre la prosperidad económica y la preservación de la salud pública. Se basaban en la idea de que la vida no es un derecho universal, sólo el de los más fuertes, y que la libertad individual debe prevalecer sobre el interés colectivo. En conjunto, los resultados de esta orientación se manifestaron como una combinación perjudicial de alto desempleo, una disminución de los salarios, problemas de liquidez y solvencia en las empresas y, lo más importante, una pérdida sustancial de vidas humanas.