“…A todo esto hay que unir las diferentes formulaciones de las competencias científicas que han ido apareciendo en los currículos (MEC, 2007(MEC, , 2015, en los programas de evaluación de diagnósticos (nacional y autonómico) y en el Programa Internacional de Evaluación de los estudiantes PISA (OCDE, 2013), y la ausencia, en los primeros años, de propuestas didácticas que ejemplificaran cómo trabajar en el aula el desarrollo de competencias (Pro, 2007). Sobre esta última cuestión se puede decir que, actualmente, la situación ha mejorado sensiblemente y existen un buen número de propuestas concretas de cómo trabajar las competencias científicas en las aulas, abordando de forma simultánea varias de ellas (Blanco y Lupión, 2015) o centrándose en algunas en concreto, como puede ser el caso de la argumentación (Blanco-Anaya y Díaz de Bustamante, 2014; Puig, Bravo y Jiménez-Aleixandre, 2012), las investigaciones escolares (Franco-Mariscal, 2015) y la modelización (Oliva, Aragón y Cuesta, 2015).…”