“…Son numerosas las investigaciones que están experimentando un giro hacia lo afectivo en el contexto de la psicología de la educación, como, por ejemplo: el efecto de la inteligencia emocional en el bienestar (p.ej., Geng, 2018;Nyarko et al, 2020); las percepciones del profesorado sobre sus interacciones con los estudiantes (p.ej., Hargreaves, 2000); la inteligencia emocional y las habilidades cognitivas protegen la salud de los estudiantes (p.ej., Nyarko et al, 2020). Los estudios sobre el papel de las emociones del colectivo docente han incrementado en estos últimos años (p.ej., Fiorilli et al, 2019;Uitto et al, 2015). Algunos autores revelan la importancia de la inteligencia emocional (IE) en la práctica docente (p.ej., Aparisi et al, 2020;Cejudo y López -Delgado, 2017;Puertas-Molero et al, 2020).…”