Surgical management of intrathoracic goitres

Abstract

Background Intrathoracic goitres (ITG) often present with compressive symptoms and require specialised care by experienced surgical teams. Most ITG can be accessed by a transcervical approach (TCA) and only between 1 and 15% will require an extracervical approach (ECA). Many controversies exist regarding the clinical presentation, evaluation, selection of cases for ECA, surgical technique and outcomes. This paper reviews the recent literature on the management, outcomes and evidence-based treatment strategies of ITG. Methods We conducted a review of the literature on the evaluation, management and outcomes of surgery for ITGs. Results The incidence of cancer in the ITGs ranges between 4 and 20%. Multiplanar CT scanning offers the best preoperative evaluation and aids to determine the approach. Most ITG can be accessed by TCA and ECA are only needed in maximum 15% of cases. In experienced hands, the outcome of these surgeries is comparable to thyroid surgery for non-ITG. Conclusions Surgery for ITG is challenging. The experienced surgeon however, with few exceptions can address ITG via TCA, with outcomes comparable to those of uncomplicated thyroid surgery.

A rare case of ectopic retrosternal goiter

“…A retrosternal goiter (RSG) is an extension of an enlarged thyroid gland into the mediastinum first described by Haller in 1749. Since then, the terms substernal, intrathoracic, and mediastinal goiters have been used interchangeably, representing the myriad of nomenclatures that may cause confusion and lack of standardization to describe this condition 4 . It is a relatively common finding, occurring in 1%–20% of all thyroidectomies performed 5 .…”

Bocio intratorácico

“…Se ha descrito que hasta un 40% de los pacientes suelen ser asintomáticos, por lo que esta entidad muchas veces es un diagnóstico incidental (2). En otras ocasiones, las molestias secundarias a la compresión de alguna estructura anatómica cercana, como por ejemplo la tráquea o el esófago, son las que llevan a los pacientes a consultar (1,2,5). Es importante realizar una adecuada anamnesis y un examen físico exhaustivo, ya que de esta forma, se puede sospechar alguna anomalía e incluso malignidad (14).…”

“…La historia clínica es indispensable, ya que aproximadamente un 10-35% de los casos de BIT reportan malignidad. Aquellos pacientes con antecedente de irradiación cervical previa o historia familiar de neoplasias tiroideas, poseer un mayor riesgo de presentar lesiones malignas comparado con la población general (5). En cuanto a estudios de laboratorio, es importante realizar una valoración de las pruebas de función tiroidea, incluyendo mediciones de la hormona estimulante de la tiroides, hormonas tiroideas, tiroperoxidasa y anticuerpos antitiroideos, ya que la presencia de una enfermedad autoinmune puede predisponer a complicaciones quirúrgicas (5,12).…”

“…Aquellos pacientes con antecedente de irradiación cervical previa o historia familiar de neoplasias tiroideas, poseer un mayor riesgo de presentar lesiones malignas comparado con la población general (5). En cuanto a estudios de laboratorio, es importante realizar una valoración de las pruebas de función tiroidea, incluyendo mediciones de la hormona estimulante de la tiroides, hormonas tiroideas, tiroperoxidasa y anticuerpos antitiroideos, ya que la presencia de una enfermedad autoinmune puede predisponer a complicaciones quirúrgicas (5,12). El primer estudio de gabinete a realizar debería ser un ultrasonido, ya que además de que permite visualizar ciertas estructuras, representar un método seguro para guiar una biopsia por aguja fina (5,12).…”

“…El bocio intratorácico (BIT) es el resultado del crecimiento de la glándula tiroides desde la región cervical hacia la cavidad torácica (1). Esta patología constituye una entidad de etiología variable, en la cual un porcentaje significativo de pacientes pueden presentarse de manera asintomática (2), por lo tanto, la sospecha mediante anamnesis y examen físico es fundamental para distinguir a los pacientes que puedan presentar un BIT (1,(3)(4)(5)(6)(7)(8)(9)(10). Albrecht von Haller, en 1749, describió por primera vez el término de BIT, como aquel agrandamiento de la glándula tiroides que se extiende por debajo de la apertura torácica superior (2,11).…”