“…Los esfuerzos de la comunidad científica para encontrar formas de reducir los residuos de neumáticos han llevado a una intensa investigación sobre el caucho que incluye la posibilidad de aplicarlo en el relleno de concreto en vulcanizados de caucho natural y mezclas con polímeros (Colom et al, 2007;Manchón et al, 2004), también se ha utilizado caucho de llantas en desuso para intentar mejorar propiedades térmicas y mecánicas de biopolímeros como el ácido poliláctico con grafeno como microrelleno (Bijarimi et al, 2021), para incrementar la resistividad térmica, la absorción acústica y la amortiguación de vibraciones en compuestos de concreto (Bala y Gupta, 2021) y en la elaboración de materiales para el aislamiento térmico (Hittini et al, 2021). La superficie de láminas elaboradas a partir de llantas usadas se puede modificar a través de tratamientos como lo es el químico, la polimerización por injerto, modificación por radiación y modificación con gas (Romero et al, 2005;García et al, 2010). El objetivo de estos métodos es oxidar la superficie para formar grupos como el peroxi, hidroperoxi, hidroxilo y carbonilo.…”