Intramedullary toxoplasmosis in HIV-tuberculosis co-infected patientThe most common clinical presentation of Toxoplasma gondii in HIV patients is encephalitis; however, the intramedullary involvement has been reported in a few cases. We report a case of intramedullary toxoplasmosis in a female patient diagnosed with HIV/tuberculosis co-infection, and history of poor adherence to antiretroviral therapy. The patient developed subacute paraparesis with compromise of sensory function and urinary sphincter. The nuclear magnetic resonance evaluation showed a single intramedullary ring-enhanced lesion at the T-8 level which was solved after an anti-Toxoplasma therapy with trimethoprim/ sulfamethoxazole.Key words: Acquired immunodeficiency syndrome, myelitis, spinal cord lesion, toxoplasmosis. Palabras clave: Síndrome de inmunodeficiencia adquirida, mielitis, lesión cordón espinal, toxoplasmosis.
IntroducciónLa toxoplasmosis, ocasionada por el protozoo Toxoplasma gondii, es una infección parasitaria con distribución global y que prevalece como la infección neurológica oportunista más frecuente en personas con infección por VIH/SIDA 1,2 . En Sudamérica, continúa siendo una infección frecuente del sistema nervioso central (SNC), causando encefalitis o masa cerebral 1 . Esta afección se encontró en 6,7% de los pacientes con VIH tratados en un hospital peruano 3 . Sin embargo, esporádicamente se han descrito casos de toxoplasmosis con compromiso de médula espinal, predominantemente en pacientes inmunocomprometidos, por deficiencia inmunológica de las células T CD4+ asociado a infección por VIH o leucemia/linfoma de células T 4 . Comunicamos un caso de toxoplasmosis intramedular en una paciente con coinfección por VIH y tuberculosis, con respuesta favorable, con evidencia imagenológica, a una prueba terapéutica con cotrimoxazol.
Caso clínicoPaciente mujer de 33 años con historia de 10 años de infección por VIH, con antecedente de una tuberculosis pulmonar al momento del diagnóstico. Recibió terapia anti-retroviral (TARV) con buena adherencia por ocho años, con respuesta inmunológica y virológica favorable, la que abandonó, según refirió, por mejoría clínica. A los dos años del abandono, fue diagnosticada nuevamente de tuberculosis, con compromiso ganglionar y multirresistencia a fármacos antituberculosos. Había recibido terapia con un régimen individualizado (amikacina, pirazinamida, cicloserina, etionamida y levofloxacina) por siete meses, con reinicio a las cuatro semanas de la TARV previa (tenofovir, lamivudina, efavirenz). Sin embargo, finalmente había abandonado ambos esquemas por intolerancia a la medicación.Además, la paciente tenía el antecedente de haber sido tratada en forma empírica por una encefalitis por Toxoplasma con cotrimoxazol (5 mg/kg/día de trimetoprim, fraccionado cada 12 h) por seis semanas, con respuesta favorable clínica y por control de imágenes por resonancia magnética (RM) (Figura 1a, 1b). Al alta, había reiniciado el tratamiento antituberculoso, y se había continuado con cotrimoxazol, con dosis de...