El hacinamiento carcelario se refiere a la situación en la que las cárceles o prisiones exceden la población de reclusos para su capacidad diseñada. Esta problemática es común en varios sistemas penitenciarios a nivel mundial e implica consecuencias negativas para los derechos humanos de las personas privadas de libertad, el personal penitenciario y para el Estado.
En Ecuador el hacinamiento carcelario ha persistido durante años. Sin embargo, hablar del periodo 2021-2023 el sistema penitenciario vivió y aún mantiene una crisis estructural y funcional grave. El aumento de reclusos trae serias preocupaciones a la sociedad ecuatoriana independientemente si son o no familiares de los detenidos, así como preocupaciones al Estado; se ha visto a través de los medios digitales que los mismos presos gobiernan las cárceles ante la ineficacia estatal, situación que trae consigo: motines, corrupción, infraestructura deteriorada y sigue la lista de problemas carcelarios.
Es necesario que las nuevas políticas públicas trabajen en prevención para abordar esta problemática, pues endurecer penas y seguir llenando cárceles no sirven de nada si no se elimina las causas sistémicas y estructurales de la violencia, que sí, es un desafío complejo, pero es importante enfrentarlo para proteger los derechos humanos de los reclusos, evitar gastos al Estado y garantizar la seguridad de la sociedad.