“…Una tercera perspectiva crítica es la constituida por el tratamiento culturalista que se realiza de las manifestaciones musicales, que se suele abordar desde tres tradiciones diferentes: el folklorismo, la musicología comparada y la etnomusicología (Pettan, 2015). En este sentido, una educación musical crítica sería consciente y señalaría la concepción esencialista de la música folklórica y tradicional que con frecuencia utilizan las políticas educativas para transmitir una ideología nacionalista y legitimadora del orden establecido (Dobrocká y Szórádová, 2018;Duraković, 2016;Ho, 2006Ho, , 2009Ho, , 2015Ishii, 2018;Kennedy, 2016;Lee, 2006). Igualmente, sería sensible al tratamiento comparado que, bajo fórmulas del tipo otras músicas, se realiza de las manifestaciones musicales no occidentales, reduciéndolas a una alteridad homogeneizada o situándolas en estadios iniciales de un proceso teleológico que culmina en la música académica europea (Cámara, 2004;Hess, 2015;Nettl, 2015;Pettan, 2015).…”