Las siguientes palabras, y todas las páginas del trabajo que se desarrolla a continuación, nunca serán suficientes para expresar la infinita gratitud y la deuda, personal y científica, que he adquirido con las personas e instituciones que se citan en estas líneas. Espero que mi natural carácter olvidadizo sea capaz, al menos esta vez, de recordarlas a todas, y si alguien no se encuentra entre ellas ruego que me disculpe y que también se sienta partícipe de esta tesis doctoral.Como digo, sin las personas que aparecen en estos Agradecimientos este trabajo hubiera sido muy difícil, pero sin una de ellas, hubiese sido totalmente imposible. Me refiero a nuestro director, el profesor Manuel A. Rojo Guerra. Gracias a su generosidad y a su constante trabajo, durante los últimos diez años he podido ganarme la vida dedicando mis esfuerzos a la Arqueología, y, entre ellos, a esta tesis doctoral. Bajo su tutela he participado en diferentes proyectos de investigación, excavaciones, congresos, publicaciones, etc. que han ido forjando mi manera de ver la Prehistoria, el lector avezado verá en estas páginas su influencia, así como las de mis codirectores, fruto de múltiples conversaciones, cambios de impresiones y distintas redacciones de libros y artículos. Asimismo, una tesis como la que he realizado ha requerido de una infraestructura relativamente importante: equipos fotográficos, objetivos, ordenadores, contactos con diferentes personas e instituciones, viajes, etc., como digo, disfruté y pude realizar todo ello en un marco personal, científico y laboral que fue posible gracias a que formaba parte del equipo del profesor Rojo Guerra. Y si al profesor Manuel A. Rojo Guerra le debo todo ello, a Manolo muchísimo más.Su ilusión, su alegría y su pasión por este mundo de la Prehistoria han supuesto un ánimo y un acicate constante a lo largo de estos años. Durante este tiempo nunca he ido a "trabajar", o a "hablar con el jefe", he acabado discutiendo, charlando, colaborando, riendo y soñando con un amigo.Muchísimas gracias por todo Manolo, sólo espero que este trabajo responda, aunque sea mínimamente, a la confianza y el esfuerzo que siempre has depositado en mí.El doctor Rafael Garrido Pena, codirector de esta tesis, ha sido la persona con la que más tiempo he compartido en estos últimos años. Durante los mismos he podido disfrutar, codo con codo, de su maestría en todo lo que se refiere a la Prehistoria, y este trabajo está jalonado de sus ideas, apuntes y sugerencias que han enriquecido sobre manera el mismo, y, desde luego, si esta tesis doctoral es, si quiera, un pálido reflejo de la suya, será un gran trabajo. Asimismo, durante este tiempo hemos vivido juntos muchísimas otras cosas, gran parte de ellas más importantes, personales y afectivas, y otras infinitamente más superficiales (los penaltis casi siempre los vemos de manera diferente, por ejemplo), pero al final siempre hemos compartido algo más que la oficina, muchas