La deshidratación hipernatrémica neonatal es una condición grave y su incidencia se ha incrementado en los últimos años, repercutiendo en complicaciones que llevan a la hospitalización del recién nacido.Objetivo: Describir las características clínicas y de laboratorio de recién nacidos a término con diagnostico de deshidratación hipernatremica.Pacientes y Método: Estudio observacional descriptivo de recién nacidos a término que se hospitalizaron por deshidratación hipernatrémica entre los años 2014 y 2016. Se incluyeron recién nacidos a término mayores de 37 semanas con signos clínicos de deshidratación (mucosas secas, fontanela deprimida, llanto sin lágrimas, signos de pliegue cutáneo) y/o pérdida excesiva de peso mayor de 7% y sodio sérico mayor a 145 mEq/L. Se registraron variables sociodemográficas y bioquímicas para su análisis.Resultados: Se incluyeron 43 neonatos. El 60,5% de sus madres fueron primigestantes, el 90% de los neonatos recibieron lactancia materna exclusiva, las madres reportaron problemas en la lactancia materna en el 76,7%. La pérdida de peso al ingreso con respecto al peso de nacimiento fue de 15,3% en promedio. El 83,3% contaba con seguro de salud público. 65,1% presentó signos clínicos de deshidratación al ingreso y 83,5% signos neurológicos transitorios. El promedio de sodio fue de 155 mEq/L al ingreso. El descenso de sodio en las primeras 24 horas de manejo fue 7,74 mEq/L (0,32mEq/L por hora). La corrección de la hipernatremia fue en el 55,8% por vía oral y la estancia hospitalaria de 4 días en promedio.Conclusiones: Los problemas de alimentación se presentaron en un (76%) madres primigestantes en un (88,4%). El 90,6% de esta población administraban lactancia materna exclusiva, resultados que pueden contribuir para alertar al profesional de la salud a identificar de forma oportuna, signos de alarma y un control precoz posterior al alta del puerperio y a la toma de medidas preventivas.