“…El tema del cuidado está atravesado por la condición de género y clase, dada la asociación histórica que se ha hecho de este a la representación de lo femenino, a la abnegación, al afecto, a lo intuitivo y a la reproducción de la vida; en este entendido, cuidar es uno de los mandatos de género más fuertes. Las mujeres aprendemos a socializar, y en dicho sentido, a definirnos como sujetas sociales, con base en este mandato; y ha sido que imponiendo este mandato a muchas mujeres, se les ha negado el acceso a la escuela y el trabajo, espacios en cuya incursión estaría una mejora significativa en su calidad de vida (Elsa FERREIRA;Ieda FRAGA;Marco AMORIM, 2020, p. 3).…”