“…El primer paso a considerar para la selección de pie de cría, es realizar un examen físico general, que consiste en la evaluación de la condición corporal, los aplomos, la cabeza (boca y dientes, ojos y orejas) y el tronco (Bonino, 2000;Páez & Corredor, Pensamiento 2014); seguido del test andrológico que incluye la inspección del órgano reproductor del macho y su evaluación seminal (espermograma); dentro de la evaluación del órgano reproductor toma relevancia la medida de la circunferencia escrotal (CE), ya que es una medida indicadora de la calidad espermática del macho, presentando una correlación positiva entre el tamaño de los testículos con la producción de espermatozoides, además de ser la característica reproductiva con más uso en los programas de mejoramiento genético en rumiantes (Pérez et al, 2016;Silva et al, 2012;Vilanova & Ballarales, 2005), demostrando que es un sistema de selección que ha venido cobrado importancia en ovinocultura, ya que inicialmente se llevaba a cabo en bovinos con excelentes resultados (Espitia et al, 2017;Pérez et al, 2016). Finalmente, cuando los carneros han sobrepasado las evaluaciones anteriores, se debe efectuar la prueba de capacidad de servicio, en la que se valora el libido (deseo sexual) y la aptitud de monta (cópula), observándose en el número de ovejas que puedan servir (Vilanova & Ballarales, 2005).…”