“…Carballo et al (2015), también mencionan que el ejercicio aeróbico puede reducir la tensión psíquica de los pacientes, modifican favorablemente la reactividad a determinados factores estresantes y que las personas que realizan ejercicios de forma regular refieren una sensación de bienestar relacionado con el mismo, que les ayuda a superar la sensación de depresión y ansiedad, que presentan con la enfermedad. Además, se ha demostrado, en estudios epidemiológicos, que la capacidad aeróbica también está ligada de forma inmersa y significativa a la mortalidad cardiovascular; basado en esto, se puede entender que se ha recomendado la práctica de actividad física regular, como estrategia para reducir incidentes, según Acevedo et al (2013). La combinación del ejercicio aeróbico y el yoga en el adulto mayor juega un papel muy importante, porque les ayuda a obtener un bienestar integral y aún más, si se refiere a personas cardiópatas que, por su condición, han sufrido mucho psicológicamente, debido a que, a raíz de su enfermedad, han experimentado un cambio radical en su vida, tanto en el ámbito laboral como familiar y social.…”