“…Los estudios realizados sobre el clima futuro señalan los enormes desafíos para la humanidad de mantenerse la tendencia del calentamiento global. La escuela debe estar preparada y actuar pertinentemente para minimizar las vulnerabilidades educativas (ambientales y sociales) de las comunidades ante los eventos extremos y escenarios de escasez de agua y alimentos (Perdinan & Arin, 2017), sequias prolongadas y olas de calor (Williams, Torn, Riley, & Wehner M, 2014), efectos nocivos sobre los bosques, la agricultura y la salud (Chae & Lee, 2018), desplazamientos de las zonas agrícolas por los cambios en los patrones de lluvias y aumentos de las temperaturas (Rodríguez De Luque, y otros, 2016), redistribución y prevalencia de plagas y enfermedades de plantas y animales (Čacija, Kozina, & Basrcic, 2017), (Aragón & Lobo, 2012) y cambios en la frecuencia e intensidad de los eventos extremos (Lopez, y otros, 2018). Como resultado, la presión de los factores climáticos sobre las comunidades humanas, y bióticas en general, impulsará las migraciones climáticas de los núcleos humanos hacia espacios con mejores ofertas de agua, salud y alimentación.…”