“…Bajo el impacto de la crisis latinoamericana de la deuda externa (1981)(1982), el capitalismo argentino se sumergió en un complejo período en el que se yuxtapusieron crisis tanto de acumulación como de hegemonía (Massano, 2023). Con niveles históricamente muy bajos de inversión agregada, y lejos de haber logrado una inserción exitosa en un mercado mundial en transformación (Gigliani, 1989), constreñido por nuevos competidores de bajísimos costos, y nuevos productos de tecnologías innovadoras que no se producían en el país (Katz, 2000;Naspleda, 2022), se sucedieron diversos intentos de relanzar la acumulación de capital, los cuales solo alcanzaron éxitos de cortísimo plazo.…”