“…Así, las empresas de propiedad y dirección familiar, con respecto a otras organizaciones suelen ser organizaciones más jóvenes y habitualmente tienen un menor tamaño en el mercado (Jorissen et al, 2005;Galve Por último, son empresas en manos de un propietario-director, que adopta el papel de fundador, y sienta las bases de la cultura organizativa en la empresa (Gersick et al, 1997;Schein, 1995). Y no sólo en la etapa en la que el fundador está al mando de la empresa, que suele larga y significativamente mayor a la de cualquier directivo en las otras empresas (Jorissen et al, 2005), sino también en etapas sucesivas, en las que las futuras generaciones, vinculadas a la gestión de la empresa, mantienen los valores asentados por la familia en etapas previas (Denison et al, 2004).…”