Bioética crítica en salud pública ¿aguijón o encrucijada?
IntroducciónLa bioética, como toda disciplina joven, brega por su reconocimiento y busca su nicho cultural. El mundo académico le brinda respeto no exento de autocomplacencia por haber encontrado un nuevo campo de reflexión pero, como ética aplicada que es, aspira a la aceptación en las prácticas sociales de su competencia. La hospitalidad que le brinda la clínica, contrasta con la reticente incorporación mostrada por el quehacer científico y con sus diferencias de estilo frente a la ecoética. Su orientación hacia la salud pública es incipiente, mostrando desde muy temprano que el desarrollo teórico y la experiencia prác-tica alcanzada en la clínica y en la investigación biomédica, no son aplicables sin más a los complejos problemas de las diversas aristas y facetas de la salud pública. Queda claro que los aspectos normativos de la bioética constituyen una parte menor en un quehacer colectivo, donde la dualidad agente/afectado se diluye en dimensiones políticas y sociales más resistentes al análisis ético que las relaciones interpersonales. Se reconoce, por ende, la necesidad de desarrollar una amplia reflexión acerca de la vinculación de la bioética con los diversos quehaceres de la salud pública.Por su parte, la salud pública ha sido históricamente regida por fuerzas polí-ticas y económicas, habiéndose visto requerida y aun sobrepasada por nuevos contextos sociales y por emergencias circunstanciales -giros epidemiológicos, epidemias, enfermedades emergentes, bioterrorismo-. La epidemiología se ha rendido en gran medida al positivismo de la ciencia contemporánea, registrando los factores sociales y culturales que inciden en salud y enfermedad, pero sin cuestionar mayormente el statu quo y la tendencia al business as usual que marcan los procesos económicos que dominan en el mundo contemporáneo. Al reconocer que la agenda de la salud no se agota en la investigación empírica ni en la gestión de políticas sanitarias, pues se ve involucrada en valores fundamentales que afectan desde el bienestar individual y la estabilidad social hasta la supervivencia de poblaciones severamente desmedradas, la salud pública requiere incorporar una mirada ética amplia y permanente que reflexione y, eventualmente, ayude a rediseñar su quehacer.
Voces de cuestionamientoLa presente revisión intenta ratificar la necesidad de vincular sistemática y activamente la reflexión bioética con los complejos problemas de una salud pública que debe bregar por su ascendiente ante un proceso de desgaste del Estado y la reducción de sus tareas tradicionales.El texto tiene la pretensión de establecer la necesidad de enfoques bioé-ticos en las proyecciones y realizaciones de la salud pública. Contando cada vez con menos apoyos gubernamentales estables, recurre cada vez más a la integración transnacional -salud global-, a los esfuerzos de las ONG y a las iniciativas humanitarias, como Médecins Sans Frontières, y al capital social