“…Las cabezas cortadas se identifican con calabazas, mazorcas u otros frutos. Olivier señala en su más reciente libro que entre los sacrificadores o cazadores mesoamericanos y las cabezas de las víctimas decapitadas se producían relaciones complejas y multiplicaciones de la persona (Olivier, 2015: 647), comparables con lo que se ha documentado en Norteamérica (Bahr et al, 1979) y Amazonia (Descola, 1996;Taylor, 2000Taylor, , 2006. Pero aquí se decapita un cuchillo, una escena que, dentro del corpus de imágenes mesoamericanas, no es común.…”