“…A pesar de que se conoce la importancia de la recepción en la construcción del juego (Costa et al, 2018), pocos son los estudios centrados en la misma. De ellos, algunos se centran en la figura del libero, Rentero, João, y Moreno (2015) en alto nivel, y Sánchez, González-Silva, Fernández-Echeverría, Claver, y Moreno (2019) en etapas de formación, analizaron la participación y la influencia del libero tanto en la fase de ataque (recepción) como en la fase de defensa (defensa). Otros, han tratado de analizar la recepción en función del saque del equipo contrario, como el estudio de Paulo et al (2016), en el que pretendieron conocer los aspectos del saque y de la recepción que determinaban la elección del tipo de recepción y su eficacia, concretamente, para ello crearon una tarea en la que ocho jugadores de alto nivel tenían que recibir saques flotantes en dos zonas diferentes del campo, zona uno y zona cinco; o analizar el efecto de la recepción sobre el ataque, como la investigación realizada por Costa et al (2018), en el que analizaron el efecto de la recepción en el complejo KI, teniendo en cuenta el nivel de oposición de los equipos.…”