“…En segundo lugar, también hay consenso en el carácter social del fenómeno (Hample & Irions, 2015;Jacobs, 2016;Santibáñez, 2014Santibáñez, , 2016, ya que el término argumentación es utilizado para referirse a la actividad de hacer afirmaciones, desafiarlas, darles apoyo mediante la producción de razones y refutar críticas (Popa, 2016) entre agentes que concurren en torno a la clarificación de una duda o en torno al convencimiento. En tercer lugar, se acuerda también en su carácter dialógico (García-Milá et al, 2015;Leitão, 2000;Smokrovic, 2015), vale decir, se observa que siempre una duda u oposición implica una audiencia a la que está dirigida, tanto en una comunicación oral como en una escrita, incluso en aquellos casos en los que un mismo agente evalúa información en un proceso de diálogo interno para utilizarla o no como razones para apoyar un punto de vista. Desde una perspectiva analítica, y como corolario de estos puntos de acuerdo, para argumentar se hace necesario diferenciar las afirmaciones de sus justificaciones, como también las afirmaciones propias de las ajenas y la relación entre ellas a favor o en contra de un punto de vista (García-Milá et al 2015).…”