Neurocisticercosis

Abstract

Este artículo aborda la literatura más actualizada acerca de la infección por los cisticercos de Taenia solium que invaden sistema nervioso central. Inicia de forma breve con el ciclo de vida del parásito y cómo lo adquieren tanto el cerdo, como el ser humano. Aborda datos epidemiológicos basados en los estudios más actualizados no solo de las poblaciones de mayor tamaño, sino de aquellas zonas en las que la enfermedad es considerada endémica y que por lo tanto poseen mayor experiencia en el manejo de la patología. Se brinda una extensa explicación de la presentación clínica en las diferentes áreas más afectadas dentro del SNC; se desarrolla en detalle el cómo llegar al diagnóstico, desde lo más clásico, hasta lo más actualizado; se menciona no sólo el diagnóstico clínico, sino el que se hace por medio de imágenes y por laboratorios. Al finalizar el artículo se brindan recomendaciones de tratamiento en aquellos escenarios en los que el paciente sea elegible para ser tratado y se cierra con conclusiones para que el lector resuma los puntos clave del manuscrito.

Neurocisticercosis. Una afección clínica poco frecuente y grave

“…10,11 Los cisticercos vivos se mantienen aún en presencia de anticuerpos específicos debido a que desarrollan mecanismos de evasión inmune entre los que se han descrito la desviación de moléculas inmunosupresoras y enmascaramiento por inmunoglobulinas. 12 La patogenia y la fisiopatología de esta entidad neurológica varían según el área del SNC donde estén presentes los cisticercos y de la capacidad inmunológica inflamatoria del huésped. Estos cisticercos en el parénquima cerebral suprimen inicialmente la respuesta inflamatoria del huésped.…”

“…En algunas ocasiones, los cisticercos se desarrollan en el interior de los ventrículos del cerebro y pueden ocasionar una hidrocefalia obstructiva. [10][11][12] Los cisticercos en el espacio subaracnoideo pueden provocar aracnoiditis crónica, la cual puede manifestarse como vasculitis e ictus, hidrocefalia comunicante, meningitis basilar y, en algunos casos, como efecto de masa.…”

“…Los cisticercos también pueden desarrollarse en la columna, aunque esto último es más raro (manifestándose en forma de radiculitis), en los ojos, el tejido subcutáneo y en los músculos. 9,10,12 Varios autores manifiestan que el cuadro clínico es pobre y, por ende, el diagnóstico resulta tardío y la invasión de los gérmenes en el tejido llega a ser considerable. Sin embargo, se ha observado que los pacientes no presentan signos y síntomas cuando la infección parasitaria es leve, aunque suele ser peligroso cuando, independientemente de esto, los parásitos se alojan en el sistema ventricular del encéfalo y bloquean la circulación de LCR o cuando se reproducen y crecen en la región subaracnoidea basal, generando allí reacción inflamatoria que secuestra vasos linfáticos y nervios.…”

“…A veces, la presencia de varios quistes con una marcada respuesta inflamatoria puede provocar una clínica parecida a una encefalitis subaguda, que se manifiesta con epilepsia, focalización neurológica, alteraciones de consciencia o hipertensión intracraneal asociada con cefalea y vómitos en proyectil o catapulta Este cuadro clínico también puede aparecer en cierta medida por la administración de tratamiento antiparasitario sin uso concomitante de corticosteroides, especialmente en los casos con más de una lesión, o en aquellos que están en una situación anatómicamente comprometida. 10,12,13 -Neurocisticercosis extraparenquimatosa: se afectan los espacios intraventriculares y/o subaracnoideo. Los quistes interventriculares producen hidrocefalia obstructiva, con una traducción clínica característica: cefalea, náuseas y vómitos, alteración del nivel de consciencia o pérdida de visión con edema papilar.…”

“…9 En los adultos, de forma general, las manifestaciones más usuales son cefalea, hipertensión endocraneana, epilepsia de comienzo tardío, meningitis, trastornos psiquiátricos, conducta violenta, ansiedad, depresión, demencia, psicosis, problemas visuales, parálisis facial, monoparesia casi siempre a predominio braquial, letargia, hemiplejia, náuseas, vómitos y problemas de la atención. 7,8 Sin embargo, puede que solo aparezcan síntomas aislados o que no aparezcan, como se ha señalado anteriormente, por lo que, para hacer un diagnóstico completo, hay que considerar cuatro elementos importantes: 9,12 • Al interrogatorio, se constata el consumo de carne cruda o mal cocida de cerdo o sus derivados o ahumados.…”