“…El estereotipo o percepción más frecuente es la hipersexualización del cuerpo de la mujer migrante venezolana, se la criminaliza y banaliza posicionándola en una migración captada para la prostitución, es decir, se las expone a condiciones de riesgo como la trata de personas, violencia sexual o trabajos forzosos; con la existencia del acoso sexual, la inserción laboral es más complicada (Oquenda-Lorduy, 2019;Otálora, 2020;Pineda & Ávila, 2019). La hipersexualización del cuerpo de la mujer venezolana migrante y los estereotipos del migrante como un "Otro" que puede afectar la seguridad nacional también han sido reforzados por los medios de comunicación internacionales, nacionales y locales (Mesa-Reina, 2020, Angulo-Giraldo et al, 2021Espinel Rubio et al, 2021).…”