Las fronteras han experimentado grandes cambios ligados principalmente al desarrollo de la globalización, la desigualdad de sus beneficios y el aumento inédito de las migraciones y movilidad internacionales. Este artículo se centra en la discriminación como uno de los grandes desafíos de la sociedad democrática asociado a la resignificación de las fronteras. Frente a las graves desigualdades y exclusiones que atentan contra la libertad y dignidad de las personas, se reivindica a la política, en diversos ámbitos y escalas, como posibilidad de construir un mundo menos injusto y violento, dejando atrás la ley del más fuerte.