Introducción: el deterioro cognitivo leve incluye para su diagnóstico quejas de memoria, preferiblemente corroboradas por un informante; afectación de la memoria según edad y educación; función cognitiva general preservada; actividades de la vida diaria intactas; y no evidencia de demencia.
Objetivo: determinar la prevalencia y asociaciones de riesgo del deterioro cognitivo leve en personas mayores conviventes de una comunidad.
Métodos: investigación observacional, descriptiva, de corte transversal comprendida en el periodo de enero a diciembre 2019. La población fue de 150 adultos mayores de 65 años del consultorio médico de la familia No.1 del municipio Los Palacios.
Resultados: predominó el sexo femenino, el grupo de 80 años y más, el nivel medio de escolarización, el estado marital sin pareja, la inactividad física, la HTA, el tabaquismo, la depresión y el insomnio existiendo además afectaciones en la memoria inmediata y mediata. Resultaron la edad y el antecedente de ictus factores de riesgo con significación estadística, mientras que el nivel educacional resultó ser un factor protector.
Conclusiones: la preservación de las funciones cognitivas es una condición necesaria para desarrollar una vida independiente y productiva por lo que se necesita de estrategias de intervención para mejorar de la calidad de vida de los adultos mayores.