“…Tales características, intrínsecas a todas las células mesenquimales (CM), las hacen muy atractivas para su uso en terapia celular y en medicina regenerativa. Originalmente se creía que estas células se encontraban exclusivamente en la médula ósea, donde residen los progenitores y precursores hematopoyéticos junto con otras células que proveen un soporte estructural para la hematopoyesis, como el estroma de la médula ósea; sin embargo, también se ha demostrado la presencia de estas células en el tejido graso (Zuk, Zhu y Ashjian, 2002;Zuk, 2010;Rastegar, Shenaq, Huang, 2010;Bertassoli et al, 2013;De Girolamo et al, 2013), páncreas, hígado, músculo esquelético, dermis, membrana sinovial, hueso trabecular, sangre del cordón umbilical, tejido pulmonar, pulpa dental y ligamento periodontal (Macías-Abraham, Del Valle Pérez, Hernández-Ramírez y Ballester-Santovenia, 2010). Con respecto a la cantidad de MSC, en médula ósea constituyen un aproximado de 0.0001 % -0.01 % de todas las células nucleadas de la médula ósea, a diferencia del tejido adiposo que contiene aproximadamente 100 000 MSC por gramo de grasa, lo que constituye para el tejido adiposo una fuente abundante y de fácil obtención de MSC, para ingeniería de tejidos y aplicaciones en medicina regenerativa (Ra et al, 2011).…”