“…Añadía que los dos «movimientos nacionalistas» tenían el mismo «buen espíritu» y el mismo fin de «preparar buenas madres, buenas esposas y buenas amas de casa y, si nuestras chicas quedasen solteras, mujeres sanas y útiles, con carácter y con ideales», aunque «cada uno dentro de sus fronteras». 62 Este artículo estaba en realidad preparando la llegada a Lisboa, el 8 de agosto, de un grupo de 180 jóvenes falangistas de la SF, acompañadas por Clara Lloret, del Auxilio Social de la Casa de España en Lisboa, y por los dirigentes falangistas Antonio León, María Antonia Villalonga y Josefa Morales. Fueron recibidos por Maria Guardiola, comisaria nacional de la MFP, y por la condesa de Almoster, de la OMEN, que resaltó la afinidad entre las organizaciones femeninas de los dos países, en las cuales palpitaba «el mismo ideal nacionalista y cristiano».…”