“…Es cierto que, como indican Collazo-Reyes (2014) o Ainsworth y Rusell, (2018), las revistas latinoamericanas han tenido últimamente un crecimiento enorme respecto a su presencia en JCR, la base de datos de referencia mundial, habiendo pasado de 69 en 2006 a 248 en 2009. Sin embargo, este cambio no se debe ni a mutaciones dramáticas en el sistema de investigación o publicación científica de estos países, sino más bien a decisiones empresariales que tratan de afianzar unos mercados que se habían considerado marginales, y contrarrestar así el crecimiento de otras compañías comerciales de la competencia como Scopus (Aliaga, Gutiérrez-Braojos, & Fernández-Cano, 2018). Por otra parte, el crecimiento en las citas recibidas va por debajo del crecimiento de la producción científica, lo que no es un buen síntoma respecto a la visibilidad o la repercusión de la investigación latinoamericana en la producción (RICYT, 2017; Santin & Caregnato, 2019; UNESCO, 2015).…”