“…Se creó un marco de estabilidad; bajos aranceles de importación; créditos con tasas de interés más bajas; negociaciones con cámaras de representantes por rama (automotriz, siderúrgica, alimentaria, etc. ), tendentes a intercambiar reducciones impositivas por reducciones de precios; una tendencia alcista en la bolsa y un aumento de la demanda de bienes de consumo que dieron lugar, entre 1991 y 1994, a los años de oro del modelo económico argentino y al mayor consenso social al respecto (Acuña, 1994;Gerchunoff, 1996;y Schvarzer, 1998). Sin embargo, en el primer trimestre de 1994 comenzaron a sentirse algunos de los problemas de la convertibilidad.…”