“…Redondo ( 2008) afirma que, aunque ciertas circunstancias sociales adversas no conducen inevitablemente a la delincuencia, diversos estudios han demostrado que muchos de los delincuentes más activos proceden de barrios en situación precaria o violentos, con desorganización social o que han recibido una crianza caracterizada por la desatención, entre otras características (p.ej., Loeber et al, 2011;Piquero et al, 2013). Los factores sociales de riesgo asociados a la conducta delictiva, siguiendo los resultados de la revisión de González (2014), podrían ser clasificados en cuatro grupos: (1) relativos al barrio de residencia (p.ej., Martín, 2008), (2) problemas familiares: desacuerdo paterno sobre la educación de los niños, coerción verbal y coerción física por parte de los padres, e indiferencia paterna, falta de apego a los padres, el escaso apoyo recibido, la propia percepción del menor sobre sus malas relaciones con padres y hermanos, prácticas educativas de cariz punitivo, haber recibido maltrato durante la infancia, etc.…”