“…Numerosos autores han destacado el impacto que tiene este vínculo en la construcción de diagnósticos apropiados, en la adherencia a los tratamientos, la construcción de confianza interpersonal y, en general, en la efectividad de la atención médica brindada 18,25,55,56,57,58 . Este abordaje, a diferencia de los estudios de satisfacción de los usuarios o encuadrados desde la perspectiva de alfabetización en salud, sí ha permitido focalizar en las representaciones, actitudes, capacidades y conductas de los profesionales de la salud y de todo el equipo médico 24 , lo que permite prestar atención a sus respuestas, frente a la diferencia cultural y a las diferencias entre las creencias de profesionales y beneficiarios. De esta manera, la atención no queda focalizada en los "problemas culturales" de los beneficiarios, como responsables del "problema", sino en la interacción de las características psico-socio-culturales de los pacientes y los marcos de sentido, a partir de los cuales se organizan los servicios de salud y sus agentes.…”