La autoevaluación estudiantil como parte de la formación en el universitario es poco valorada en las instituciones de nivel superior. Con el objetivo de analizar las posibilidades que ofrece la autoevaluación del tutorado como medio para favorecer la formación universitaria y reforzar sus habilidades para el ejercicio de la profesión, se aplicó un instrumento de autoevaluación tipo likert a cinco generaciones de egresados de licenciatura en una universidad pública mexicana. 294 egresados evaluaron su desempeño como tutorados en cinco dominios: participación en la tutoría, actitud durante el proceso de tutoría, desempeño académico, desarrollo personal-social y desarrollo de habilidades profesionales-laborales. Se calculó alpha de Cronbach (0.89) y confiabilidad por mitades (Spearman, 0.84; Guttman, 0.82). Los jóvenes muestran interés en valorar su desempeño como tutorados, consideran que el cumplimiento de las tareas asignadas durante su proceso formativo impactó favorablemente en su rendimiento académico y, en su desarrollo personal y social. Se concluye que la tutoría académica permite valorar el alcance de los logros de los universitarios, siempre que ellos realicen un autoanálisis sobre su desempeño. Así, la autoevaluación estudiantil posiciona al universitario como agente crítico y reflexivo sobre su desempeño profesional, siendo responsable de sus fortalezas y debilidades formativas.