La investigación sobre la movilidad humana en la región centro-norte del occidente de México tuvo un proceso que se puede describir en cuatro etapas en orden cronológico: se inicio con la integración de un equipo de trabajo en donde participaron organizaciones de la sociedad civil, académicos y estudiantes. De ahí se vio la necesidad de construir un lenguaje común, lo que dio ocasión para construir de manera participativa un referente teórico conceptual, partiendo de una propuesta previa. Y, con base en este nuevo marco teórico se diseñaron instrumentos de recopilación de datos en la lógica de la encuesta etnográfica (etnoencuesta), la entrevista semiestructurada y la investigación aplicada y multisituada. De ahí que el trabajo de campo se desarrollara en espacios que abarcaron los estados de Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Sonora y Baja California, quedando pendiente Sinaloa.