“…El diseño, cuyo vocablo en castellano procede del utilizado en italiano para definir lo que está por venir, disegno, para la Real Academia de la Lengua (RAE) (ASALE y RAE, s. f.), puede ser la forma de un objeto o el hecho de concebirlo. Aunque existen algunas dificultades para su definición (González-Yebra et al, 2020), múltiples definiciones realizadas por figuras clave de la historia del diseño como Dwiggins (1922 citado en Meggs et al, 2009), Beltrán (1970 citado en Espínola, 2019) o Moholy-Navy (1997), hablan de la necesaria utilidad y usabilidad del producto diseñado, del deseable uso armonioso de los elementos del lenguaje con el que se crea dicho producto o del cumplimiento de requerimientos que van desde lo tecnológico, social o económico, a la biología, la psicología,… Si, además de delimitar lo que es el diseño, se quiere diferenciar de dos disciplinas afines como el arte y la artesanía, encontramos que, a la hora de definirlo, éste se distingue del arte, además de por la necesaria utilidad del producto creado, por la importancia que en el primero tienen, no sólo quienes diseñan, si no también otros protagonistas del proceso que va desde que algo se diseña hasta que llega a manos de quien lo utiliza, lo que en gran medida lo diferencia del arte (lo que también comparte con la ingeniería (Oché, 2012), pero que no se va a analizar por separarse del contenido de la asignatura).…”