“…No obstante, la publicidad implica capacidad de manipulación y poder de modificar los modelos tradicionales que representan a la sociedad (Phillips, 1997). Esta capacidad se magnifica, especialmente cuando la publicidad se diseña en base a asimetría de información (o information asymmetry) (Wiktor, 2021), referida, en este caso, no únicamente cuando la información que poseen los compradores y vendedores sobre los términos de la transacción no es coincidente, sino también cuando los medios publicitarios disponen de información razonablemente precisa sobre los segmentos de consumidores que consumen publicidad en cada franja y tipo de contenido (Fernández-Alava, 2021). En este sentido, se ha de tener en cuenta que, en la estrategia publicitaria de las cadenas de TV, cada vez más se confía en los datos, en los algoritmos y en la inteligencia artificial para definir, entre otros, esos contenidos y franjas horarias, con el objetivo de generar el máximo impacto posible sobre el segmento definido para optimizar las estrategias de marketing (Shah, 2020;Lee, 2020;Kannangara, 2021), hasta tal punto que algunos autores se preguntan si son los propios algoritmos sexistas, al intentar simular y predecir el comportamiento humano (Castaneda, 2022).…”