“…La fritura es un proceso de cocción ampliamente utilizado, que se ha aplicado para preparar diversos tipos de alimentos con texturas, sabores y apariencias únicas desde la antigüedad, suele consistir en la cocción de alimentos en un rango de temperaturas entre 150 y 200 °C por periodos de tiempo cortos utilizando un aceite líquido como medio de calentamiento (Wang et al, 2021). Dentro de esta división, se destaca la fritura al vacío debido a que es una operación que a nivel industrial no está extendida de forma general, pero que es una alternativa para producir matrices alimentarias con características mejoradas; es una operación donde se sumerge un alimento en aceite caliente en un sistema cerrado a presión de vacío, con el propósito de disminuir el punto de ebullición del agua y freír a menor temperatura que la fritura convencional, aumentando la pérdida de humedad del alimento con mayor velocidad (Pillajo et al, 2019;Torres et al, 2017), pero que cada vez se observa un aumento en las publicaciones en relación a la mejora de los atributos de calidad de los productos freídos, dado que se aplica a temperaturas y presiones más bajas que la fritura tradicional (Trejo-Escobar et al, 2019), dando lugar a la disminución en la absorción de aceite hasta niveles del 24 % en papa (Da Silva y Moreira, 2008), manteniendo la calidad nutricional del alimento.…”