La intervención socioeducativa en la familia a través de programas basados en la evidencia (PBE), permite crear espacios de colaboración entre las familias, los centros educativos y la comunidad. Este estudio se orienta a conocer el impacto de estos programas en los entornos escolares y comunitarios, tanto sobre las familias y su participación en la escuela y la comunidad, como sobre los profesionales y en el vínculo de estos con las familias. Aplicando una metodología cualitativa, se han llevado a cabo 6 grupos focales en los que han participado 23 profesionales del ámbito escolar y comunitario que han participado como formadores de un PBE en dos versiones, una de prevención universal y una selectiva. Los resultados muestran que la participación en el programa mejora las competencias comunicativas de las familias, refuerza su confianza y su autoconcepto. Se favorece la creación de vínculos entre las familias y de estas con las escuelas y los servicios comunitarios. En familias vulnerables el nivel de efectividad resulta limitado, aunque con mejoras en la comunicación familiar o la toma de conciencia de la responsabilidad compartida. El estudio permite identificar limitaciones en la coordinación entre los ámbitos escolar y comunitario.