“…Así pues, a pesar de que haya nuevos métodos de innovación para que el alumnado trabaje de forma activa, no se consigue la transferibilidad ya que cada profesor innova para su asignatura, no para el conjunto de ellas. Una de las causas de la baja transferibilidad es que la innovación educativa aplicada en las asignaturas se diseña de forma local (Sein-Echaluce, Fidalgo-Blanco, & García-Peñalvo, 2019), esto contrasta con las innovaciones de tipo industrial que se diseñan de forma global, para todo un sector de la población (OECD, 2005) En trabajo previos (Fidalgo-Blanco, Sein-Echaluce, & García-Peñalvo, 2019a, 2019bSein-Echaluce et al, 2019;Sein-Echaluce, Fidalgo-Blanco, García-Peñalvo, & Balbín, 2020) los autores han demostrado que se puede considerar la innovación educativa de una forma global y aplicarla de forma local en lo que se refiere al público objetivo. Se demostró que el perfil del alumnado inactivo (público objetivo) es el mismo en el ámbito universitario; es decir, que el público objetivo de una innovación educativa que trata de conseguir que el alumnado sea activo es el mismo para cualquier asignatura universitaria.…”