“…Concretamente, en el caso de los médicos, algunos autores indican tasas de alcoholismo, adicción a otras drogas, depresión y suicidio superiores a las de otros grupos profesionales 2,3 . Si bien este dato no está plenamente confirmado por la bibliografía científica, sí es un hecho compartido que determinadas condiciones de trabajo, tales como la relación con pacientes y sus familiares, el contacto diario con la muerte y el dolor, la responsabilidad sobre la salud de terceros, el trabajo en turnos y nocturno, la presión asistencial, el afrontamiento de situaciones de emergencia, la presión social y las dificultades de coordinación entre la concepción personal del ejercicio médico y las directrices organizacionales y de la Administración sobre la prác-tica de la medicina, son situaciones frecuentemente relacionadas con un amplio rango de síntomas físi-cos y psíquicos, que repercuten en la salud del médico, en la propia organización y en la calidad asistencial prestada [4][5][6][7] . El desequilibrio entre estas demandas laborales y la percepción de control para afrontarlas 8 , así como el desequilibrio entre el esfuerzo y la recompensa percibida tras el mismo 9 , conforman los dos modelos teóricos principales en el estudio del estrés.…”