Durante el reinado de Carlos II de Habsburgo, los gobernadores del Tucumán gestionaron el problema de las incursiones de los nativos chaqueños a través de la negociación y la búsqueda de consenso con diferentes actores sociales, en especial locales. A su vez, la solución del conflicto contó con dos opciones: la vía evangelizadora y la vía militar, de las cuales, en general, los gobernadores prefirieron la segunda. Así, se desarrolló en la jurisdicción un proceso de militarización.