“…Además de la identificación con la política soviética, la actitud de los partidos comunistas de Europa occidental ante la integración europea, como evidencia la historiografía sobre el caso francés y el italiano (Callot, 1988;Brake, 2007;Robin, 2009;Cruciani, 2010;Azam, 2011;Cirulli, 2016), era también producto de la percepción del mundo de posguerra que, desde las distintas realidades nacionales y desde la propia génesis histórica de los distintos partidos, impregnaba de forma generalizada la cultura política del comunismo. La visión comunista del proceso comunitario se integraba por tanto en el contexto más amplio de una Europa de posguerra que era contemplada, desde la teoría marxista y las aportaciones leninistas, como el escenario de una lucha de clases en la última fase de desarrollo imperialista del capitalismo.…”