La expresión «jerarquía de verdades» apareció en el Decreto Unitatis redintegratio 11, del Vaticano II. Su sentido inicial era el de servir para ordenar el diálogo ecuménico. Más tarde se puso de manifiesto su alcance hermenéutico para toda la teología. El artículo establece el status quaestionis desde su aparición en el Vaticano II, pasando por los documentos oficiales posteriores al Concilio, y su recepción en los teólogos. Finalmente se ofrecen consideraciones teológicas sobre su correcto uso en el trabajo teológico y ecuménico.