“…Impera la débil institucionalización organizativa en la mayoría de partidos, y esto hace que cada partido sea, en realidad, una agregación de facciones regionales, cuyos dirigentes con frecuencia han transitado por varios partidos (Botero & Alvira, 2012;Duque, 2007Duque, & 2019Dávila, 2020). 7 Otro aspecto es el carácter transaccional y los intereses especí cos, de clanes, de clientelas, de redes de políticos cuyo propósito central es la apropiación de los recursos públicos, de aquí se desprende la principal motivación de la mayoría de partidos, facciones, movimientos y políticos regionales (Dávila, 2020). Por lo anterior, la mayoría de partidos y facciones no se diferencian ideológicamente entre sí, por ello predominan las coaliciones pragmáticas, casi indiscriminadas y divergentes: los partidos de oposición situados hacia la centro-izquierda interponen condiciones ideológicas para crear coaliciones con otros partidos, mientras que los grandes partidos Liberal, Conservador y los de más reciente creación, se coligan orientados por criterios de maximización de votos e intereses de clientela y de apropiación, y reparto de recursos (Wills, Battle & Barrero, 2012;Botero & Alvira, 2012;Milaneses, 2014).…”