“…Por un lado, nos distanciamos de una comprensión neoliberal del aprendizaje global, que lo equipara principalmente con la preparación para la evaluación comparativa internacional, sobre la base de los planes de estudio nacionales orientados a las competencias, cada vez más alineados en todo el mundo, y con la promoción de la enseñanza en inglés como lengua franca global, y que sigue el objetivo prioritario de educar a los alumnos para que se conviertan en ciudadanos competitivos capaces de satisfacer las demandas de la economía global (Knight, 2011;Martin & Pirbhai-Illich, 2015;Pike, 2015;Reynolds, 2015;Selby, 2005;Standish, 2012). Por otro lado, también nos mostramos escépticos ante los enfoques del aprendizaje global que siguen objetivos morales críticos, como formar a los alumnos para que sean consumidores responsables y sensibles al comercio justo mundial, a una distribución más equitativa de los recursos del mundo y al desarrollo sostenible (Angele, 2017;d-edk, 2014;Digón, Méndez García, DePalma, Longueira Matos 2017;Forghani-Arani et al, 2013;Reynolds, 2015;SBE, 2010;Standish, 2012).…”