“…Asimismo, podemos concluir que las políticas de viviendas subsidiadas, basadas exclusivamente en la producción de vivienda y no en una distribución equitativa de bienes urbanos, sólo agudiza los fenómenos de segregación y déficit ciudad y vivienda. Pues divorciar la política de producción de vivienda, de una política de suelo, solo incrementa el efecto de especulación espacial en el precio de vivienda y por tanto no logra solucionar el déficit, solo lo aplaca por un periodo corto del tiempo, volviendo a aparecer en el futuro de dicha medida, generando un ciclo vicioso, el cual afecta no solo a los hogares de menores ingresos sino también aquellos de ingresos medios, pues las continuas alzas de valores también se traducen en mayores barreras de acceso a elementos como los créditos hipotecarios (Link et al 2019).…”