“…Las diferencias entre «alta Cultura» y cultura popular -artesanías, tradiciones, música y arte pop-tienden a difuminarse, con lo que bienes culturales se utilizan en el branding y en el marketing en general mientras que, inversamente, marcas comerciales se incorporan al discurso artístico o literario (Seabrook, 2000;vv aa, 2015). Como consecuencia de este «giro cultural» (Ray y Sayer, 1999), la Cultura está más presente en las empresas, ya sea en las divisiones de marketing, de rSC o incluso de recursos humanos (Coy, 2000;Comunian, 2009;Cunningham et al, 1993;Lewandowska, 2015;Throsby, 2010).…”