Los niños y niñas adoptados suelen tener antecedentes de adversidad. Antes de su adopción, muchos fueron objeto de negligencia, maltrato y malnutrición, pasando además un tiempo significativo en instituciones. La investigación ha analizado los retrasos a su llegada y las posteriores posibilidades de recuperación en aspectos de desarrollo tales como el crecimiento físico, la vinculación afectiva, el desarrollo cognitivo y el rendimiento escolar, la autoestima y los problemas de conducta. Mediante una serie de meta-análisis de más de 270 estudios que incluyen a más de 230.000 niños, adoptados y no adoptados, se puso a prueba un modelo de recuperación. Aunque la recuperación respecto a los compañeros actuales sea incompleta en algunos aspectos de desarrollo (particularmente, del crecimiento físico y la vinculación afectiva), los adoptados superan ampliamente a sus compañeros institucionalizados y muestran una recuperación enorme en prácticamente todos los ámbitos de desarrollo. Los datos de esta comparación se contrastan con la información procedente de la investigación sobre adopción en España.