“…Definido el peridomicilio y extradomicilio dentro de estas distancias, podría pensarse en la posibilidad de que los reservorios, como marsupiales, murciélagos o inclusive los cerdos, jueguen un papel importante en la transmisión de la enfermedad de Chagas al convivir con el hombre de forma permanente u ocasional, situación que se asemeja a lo sucedido en México en el estado de Morelos, donde se confirmó la presencia de T. cruzi en un cerdo, animal muy común para la comunidad involucrada (13). En nuestro estudio se observó que el campesino permite la presencia habitual o esporádica de hasta dos y tres animales en una misma vivienda, como perros, cerdos, gallinas, patos, gatos o chivos.…”