En la elaboración de un protocolo de investigación, los autores deben tomar en cuenta los posibles errores que puedan ocurrir a lo largo del estudio. En la investigación clínica se reconocen dos tipos, los errores aleatorios y errores sistemáticos, estos últimos se denominan sesgos.
A le fecha se han descrito decenas de sesgos, por lo que este artículo tiene como objetivo describir los principales sesgos que pueden ocurrir en los estudios de investigación clínica, así como forma para evitarlos o minimizar sus efectos.
En virtud de que existen varias clasificaciones, en la presente revisión y, a fin de disponer un panorama más práctico, los sesgos se agrupan en tres: sesgos de selección, sesgos de información (o ejecución) y sesgos de confusión. Además, para hacerlo aún más específico, describimos los sesgos tomando en cuenta el propósito del estudio: pronóstico, terapéutica, causalidad y los estudios para evaluación de una prueba diagnóstica.